Wiki El salvaje mundo de Conan
Akiro hands movie

Akiro, el mago de los túmulos, es el leal consejero y cronista de Conan.

Conan the Barbarian (1982)[]

Akiro se encontró con Conan al llegar a los túmulos y encontrarse con su casa. Tras algunas amenazas en su nombre, Conan le preguntó en broma si podía invocar demonios. Akiro respondió que sí podía y que "invocaría a un demonio más feroz que todo el infierno". Esto divirtió a Conan, quien rió, y Akiro hizo lo mismo. Esa noche, Akiro permitió que Conan se quedara allí con él hasta la mañana, hablando de los grandes túmulos mientras cenaban. Entonces le indicaría al cimmerio dónde encontrar la reunión de Thulsa Doom, y el guerrero le pidió que engrasara la Espada Atlante y alimentara a su caballo mientras él llevaba un camello y flores para Valeria.

Tras rescatar a Conan de ser crucificado en el Árbol de la Aflicción, Subotai llevó al guerrero ante Akiro, quien ayudó a restaurar al cimmerio por completo. También les enseñó a Valeria y Subotai cómo luchar contra los espíritus que intentaban llevarse a Conan al más allá. Tras esto, los tres guerreros emprendieron la búsqueda para rescatar a la princesa de Zamora de Thulsa Doom. Cuando Valeria murió tras ser atravesada en el costado por una serpiente con forma de flecha, cortesía de Doom, Akiro, Conan y Subotai presenciaron cómo el fuego de la pira en la que se había puesto a Valeria ardía y explotaba. A la mañana siguiente, Akiro ayudó a los dos guerreros a preparar una defensa contra Doom y sus guerreros. Logró matar al menos a uno de los cultistas, ataviado con la vieja armadura de los soldados caídos. Vitoreó victorioso al ver cómo las fuerzas de Doom eran derrotadas y este se retiraba.

Conan the Destroyer (1984)[]

Poco después de la caída de Thulsa Doom, Conan volvió a recurrir a Akiro, esta vez como un medio para combatir la magia con magia, gracias a la hechicería de Thoth-Amon. Llegaron a tiempo para encontrar a Akiro a punto de convertirse en alimento para un grupo de caníbales, pero fueron detenidos por Conan, quien se encargó de los caníbales mientras Malak ayudaba a liberar al mago. Viajó con el grupo y, en el camino, se encontró con la guerrera darfari conocida como Zula, a quien Conan liberó de su cautiverio.

Al llegar al castillo de Thoth-Amon, el grupo acampó para la mañana siguiente, solo para descubrir que la princesa Jehnna había sido secuestrada. Usando sus poderes, Akiro logró localizar con precisión la ubicación exacta de la princesa y qué la había llevado. Tomaron el bote hacia el castillo, donde buscaron una forma de entrar y, gracias al poder de Akiro, este la encontró bajo el agua. Akiro siguió a los aventureros a través de las cavernas submarinas que conformaban el castillo y ayudó a Malak, quien cayó torpemente un par de escalones. Consiguieron llegar a la habitación rodeada de espejos con el Corazón de Ahriman en el centro. El espejo se cerró tras Conan y Akiro intentó abrirlo con su propia magia, sin éxito.

Algún tiempo después de esta batalla y de la del bosque, Akiro creó un ungüento para los heridos durante los combates. A la mañana siguiente, continuaron su viaje hasta llegar al templo donde el Cuerno Enjoyado de Dagoth permaneció durante años. Una vez dentro, Akiro leyó la profecía en las paredes sobre lo que le sucedería a Jehnna cuando regresara a casa con el tesoro. Advirtiendo a Conan, este al principio lo ignoraba, pero luego hizo caso a las palabras del mago. Al salir de la cripta, se encontraron con varios hombres armados, así como con su líder, que en realidad era un mago. Akiro les advirtió del renacimiento de Dagoth y de lo que sucedería, incluso si el otro mago no le hacía caso. Los aventureros lucharon para volver a la cripta, donde lograron cerrar la boca de una enorme estatua, pero el mago comenzó a abrirla a la fuerza con su magia. Akiro luchó contra el mago con su propia magia, cegándolo y cerrándole la boca. Elogiados por sus compañeros, continuaron buscando la manera de salir de la cripta.

Bombaata los había dejado enterrados bajo una tonelada de roca, y Akiro ayudó a remover lo suficiente para que pudieran salir y regresar a la superficie. Fue entonces cuando Conan se dio cuenta de que todo lo que Taramis le había dicho desde el principio era mentira y que regresaría para detener el sacrificio de Jehnna, con la ayuda de Zula, Akiro y un reticente Malak. De vuelta en Shadizar, Akiro y los demás lograron colarse por un camino que Malak conocía gracias a uno de sus parientes, quien había escapado de la prisión anteriormente. El sacrificio fue detenido por Zula, quien mató al sacerdote atravesándolo con su lanza. Durante la batalla de Conan con Dagoth, le aconsejó al cimmerio que se arrancara el cuerno, lo cual Conan hizo, aunque con cierta dificultad al principio. Después de esto, a la mayoría de los aventureros se les dio lugar en la corte de la ahora Reina Jehnna, con Akiro como su asesor de la corte.